lunes, 8 de mayo de 2017

VIAJE A TENERIFE. 1º Y 2º DE LA ESO

Por fin llegaba el esperado día, el día en el nos íbamos de viaje a Tenerife 3 días y 2 noches.
Nos levantamos mas pronto de lo habitual, nos preparamos, cogimos la maleta y pusimos rumbo hasta la calle Tenerife, dónde allí nos esperaba la guagua y nuestros profesores para llevarnos a Agaete, dónde salía el barco. Nos despedimos de nuestra familia y nos subimos a dicha guagua. Durante todo el trayecto la parte de atrás de la guagua no paró de cantar, y la señorita Marta no paraba de repetir que cómo podían tener tanta energía a esta hora. Cuando llegamos a Agaete, salimos de la guagua y nos apartamos en una esquina a hablar hasta que llegara el barco. Cuando llegó, fueron pasando el DNI uno por una, y así nos subimos todos en el barco. Nos sentamos en un sitio, y por fin zarpó. Algunos durante el viaje, tuvieron que abandonar su sitio para ir al baño porque estaba mareado, y otros,
aguantaron bien todo el trayecto. Llegamos a Tenerife, y después de alguna foto nos subimos a la guagua de nuevo para irnos directamente al Loro Parque. Finalmente, llegamos a dicho parque. Don Tomás y la señorita Marta hablaron con el de recepción, y entramos. Fuimos primero al espectáculo de las orcas, algunos se empaparon, y otros prefirieron ponerse más atrás para que las orcas no les mojaran. De animal en animal fue pasando todo el día. Eran las 17, algunos querían irse para aprovechar más tiempo la piscina del hotel, y otros, querían quedarse para ver el espectáculo de los delfines. La decisión final fue quedarse a ver un último espectáculo, y no nos arrepentimos, ¡Que pasada!
Después de eso, nos dejaron un poco de tiempo para ver las tiendas por si alguien quería comprar algo. Nos subimos a la guagua y pusimos rumbo al hotel. Llegamos y mientras los profesores hablaban con el recepcionista nos pusimos en el hall, ansiosos por bañarnos en la piscina. El chico nos dio unas normas del hotel, nos fueron dando las tarjetas al mismo tiempo que le entregábamos la fianza a la señorita Marta. Nos instalamos en las habitaciones, nos pusimos los bañadores y directos a la piscina, tuvimos que esperar hasta que llegara un profesor porque el socorrista no nos dejaba bañarnos hasta que estuviera presente un profesor. Cuando Don Tomás finalmente llegó, nos metimos en la piscina, hasta que el socorrista nos dijo que saliéramos porque la iba a cerrar. Los profesores nos dijeron que nos ducháramos, y que bajáramos para cenar e ir a dar una vuelta. Terminamos de cenar y fuimos a dar un paseo por la avenida, aunque nos perdimos a la vuelta al hotel, fue un paseo agradable. Volvimos al hotel y nos pusimos los pijamas, los profesores nos dejaron tiempo libre, para estar en habitaciones de otros compañeros hablando y sin montar escándalo, que no se me olvide mencionar que la señorita Marta se puso con una silla sentada en el pasillo vigilándonos.
Esa noche nos acostamos tarde. Al día siguiente
los profesores nos levantaron para poner rumbo al Siam Park. Llegamos, y aunque no hiciera sol hacia calor. Nos tiramos por todos los toboganes, vigilando la hora para ir a la famosa piscina de olas, donde estaban situados nuestros profesores. Se hizo la hora de comer, nos sentamos y almorzamos tranquilamente. Cuando terminamos nos fuimos directos a tirarnos por los toboganes de nuevo, no sin antes intentar convencer a la señorita Marta para que se tirara en algún tobogán (aunque no lo conseguimos). Se hizo la hora de que cerrara, nos vestimos y nos subimos a la guagua. Don Tomás nos dio la opción de ir a una discoteca (matine) si queríamos. Llegamos, nos duchamos, bajamos a cenar y al final decidimos ir a esa discoteca, aunque algunos no entraron, los profesores se turnaron para estar con los dos grupos. Sobre las 12, pusimos marcha al hotel de nuevo. Esa noche hicimos las maletas, y nos acostamos tarde, era la última noche. Al día siguiente nos despertaron para poner rumbo al Teide. En la recepción devolvimos las tarjetas, nos devolvieron la fianza, metimos la maleta en la guagua, y comenzamos el trayecto. Paramos para desayunar algo en media mañana, y volvimos a la
guagua para seguir subiendo. Cuando al fin llegamos, cogimos las entradas para subir al teleférico. Por fin nos tocaba, nos subimos y empezó a subir..Algunos estaban aterrados por la altura, otros simplemente disfrutando del momento. Al fin el teleférico se paró dándonos paso al Teide. Nos quedamos maravillados con las vistas, ¡Se veía casi todo Tenerife y Gran Canaria a lo lejos, y además, estábamos a 1 grado! Nos quedamos un rato ahí, sacándonos fotos, dando un paseo...etc. Llegó la hora de subirse de nuevo en el teleférico, bajamos a la zona de abajo, donde nos estaba esperando la guagua. Nos subimos y nos dirigimos hacia el restaurante. Terminamos de comer y pusimos rumbo a Santa Cruz. Los profesores nos explicaron que podíamos irnos a mirar las tiendas que habían por ahí, pero que a una hora determinada estuviéramos todos en X sitio para reunirnos e ir hacia el puerto, que estaba al lado. Estuvimos la tarde por las tiendas, hasta que se hizo la hora. Nos sentamos esperando todos juntos y nos pusimos a jugar. Don Tomás sacaba un DNI de una persona, la describía, y teníamos que adivinar quien era. Se hizo la hora de subir al barco, nuevamente habían personas hablando y riéndose, y otras en sus asientos mareados. Al fin llegamos a Gran Canaria, nos subimos a la guagua para ir a la calle Tenerife donde nos esperaban nuestros familiares. Y como en todos los viajes en la guagua, la parte de atrás sin parar de cantar. Al fin llegamos y nos reencontramos con nuestros familiares. Sin duda, ¡Viaje inolvidable!
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MAY RODRÍGUEZ SUÁREZ 2º ESO B