Los increíbles visitan el museo Elder
¡Qué alegría! ¡Por fin nos íbamos a
encontrar después del verano! Eso
debieron de pensar todos los increíbles cuando leyeron el mensaje en el
whatsapp
“Buenos
días increíbles.
Nuestra próxima
aventura será el jueves 16. Nos encontraremos en la puerta del museo Elder a
las 10:00 AM. No pueden faltar”.
Jueves 16 a las 09:30
Los increíbles llegaron antes de la hora
con la intención de saludarse cariñosamente.
Mientras compartían el desayuno dialogaban sobre su última aventura
juntos.
Alguien preguntó:
-
¿A quién tenemos que rescatar hoy?
-¡Hoy vamos a aprender muchas cosas interesantes sobre la
ciencia!
-¡Qué bien! Gritamos de alegría.
Mientras esperábamos a la monitora,
pudimos ver una montaña rusa donde los vagones eran un boliche de un tamaño
mediano. Al poco tiempo subimos a la última planta. Allí nos hablaron de las
energías renovables. Pudimos ver cómo funcionaban la energía solar, la eólica y
la hidráulica.
Al terminar de experimentar con las
energía bajamos hasta la planta baja. La zona de las nuevas tecnologías.
Aprendimos cómo se hacen algunos efectos
especiales en las películas. Varios increíbles desaparecieron. ¡Fue muy
divertido!
Don Francis y la mamá de Valeria se
pusieron unas gafas de realidad virtual. Fue muy divertido ver cómo
subían cincuenta pisos en un ascensor. Al abrirse las puertas tenían que
caminar por una tabla de madera. Apenas dieron dos pasos tenían bastante miedo.
Pero en verdad la tabla de madera estaba en el suelo.
Llegamos a la sala de la salud. Hicimos
un pequeño taller de primeros auxilios. Practicamos con un muñeco el masaje
cardiaco. ¡Menos mal que era de juguete!
Continuamos la visita, llegamos a la sala
de la electricidad. A Antonio y a Daniela los sentaron en una silla. ¡No
sabíamos lo que iba a pasar! De repente el pelo se les ponía de punta. ¡Fue muy
divertido.
La visita terminó en la sala de
alimentación saludable. Mientras la monitora nos hablaba de la pirámide
alimenticia, Don Francis, Valeria, Izan y Dayana nos prepararon unos riquísimos
pinchitos de fruta. ¡Estaban muy buenos!
Al día siguiente recibimos el siguiente
mensaje:
“Urgente,
les espero en el
castillo de la Luz, nuestra amiga la gata Luna está en
peligro, unos niños le han amarrado unas latas en la cola. Nos vemos en un
minuto.”